viernes, 15 de abril de 2011

Colgante de ágata.

De la ágata se dice que protege a su portador del peligro, la discordia, el mal de ojo e incluso las deficiencias del metabolismo ; es evidente, pues,que se trata de un mineral versátil. A veces, recibe el nombre de "piedra de fuego" pues se cree que es capaz de infundir entusiasmo al cuerpo y dar una energía renovada a su portador.
Se la ha calificado también de "piedra del trotamundos", porque se cree que fomenta el cambio.
La piedra que aquí se observa fue extraída de las aguas del rio Uruguay, cortada , pulida y engarzada en alpaca.
A propósito de nuestro trabajo con las piedras ( hace ya unos años ) escribí ( o al menos traté de esbozar ) una poesía al respecto.

             

            Ágatas                
La sierra diamantada hurga,
parte en dos  a la piedra.
La acomete, hiere, abre
siglos de encierro.
Jaspes. ágatas , cornalinas,
el cuarzo refulgente.
Simetría de la naturaleza,
petrificada geometría descriptiva
se muestra de improviso a la mirada
asombrada del violador pedregullero.
Aguas milenarias
encerradas en geodas,
colores, paisajes,
curvas de maravilla.
La piedra determina
cuan efímeros somos.
En pocos años más ya no estaremos
y en otros tantos, ya ni el polvo
quedará de nosotros.
Pero ellas seguirán por allí
en un rodar de siglos
junto al río de los pájaros
asombrando al viajero.

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